miércoles, 29 de diciembre de 2010

Capítulo 8 (parte II) Pillada.


Capítulo 8 (parte II) Pillada.

Cojí la guitarra de siempre, una ibanez que me encantaba, y me senté en la silla del mostrador. Toqué unos acordes al azar por las finas cuerdas hasta que una voz detrás de mí me sobresalto.
-sabes que eso no se puede hacer ¿verdad?- se me cayó la púa de los dedos al reconocer su voz.
- derek-dije con la mandíbula apretada. Me levante de la silla y deje la guitarra en el soporte para encararme con él- uno, ¿que haces espiándome? Y dos, ¿como coño has entrado?
- por la puerta.- dijo con una risilla burlona. Imposible, me hubiera fijado, y mas si era Derek el que entraba.
- no me vaciles ¿vale?- dije pasando de él.
-¿es que no te gustó lo de anoche?-
-¿y te piensas que iba a llegar rendida a tus pies?
- no deberías ser tan borde conmigo ¿sabes? Porque puede que se me escape que has estado “trasteando” por aquí a escondidas.
-que miedo- dije sarcásticamente. Este niñato me estaba empezando a hartar. Pasé de el y empecé a recoger la tienda para marcharme y cerrar. Me agaché para coger algo del suelo y cuando me levante me lo encontré mas cerca de lo que debería estar.
-yo que tu lo tendría- dijo dejándome entre la espada y la pared, bueno, en mi caso entre él y la pared.
-¿eso es una amenaza?- dije intentando zafarme por lateral, pero puso ambas manos a los lados apoyándose en la pared dejándome sin escapatoria.
-si sigues así de insoportable no me dejarás alternativa.
-pues adelante- dije intentando apartar uno de sus brazos que me impedían zafarme.
-es que no te da miedo perder tu trabajo?-al oír esas palabras me dio una punzada en el pecho.
-¿te importa lo que haga yo con mi vida?-la idea de perder mi trabajo me atormentó.
-ya no tendrías ningún lugar al que huir, no puedes esconderte de ti misma Mell, porque tu pasado te perseguirá.- pero ¿esto que es? ¿Chantaje emocional?
-¿y tu que sabes sobre mi pasado?- dije llena de rabia.
-me estoy cansando de esto, así que … ¿y si llegamos a un acuerdo?- si eso conseguía que se callara y me dejara en paz aceptaría con mucho gusto.
-menos favores sexuales … - dije con cara de asco.
- no es lo que piensas - dijo con su sonrisa pícara y acercándose más a mi- quiero … - me susurró, y un escalofrío me recorrió la nuca- quiero una cita.


Blood Sinner.